Lentejas a mi manera: con todo.
- gonzfd
- hace 19 horas
- 3 Min. de lectura

Una receta de cuchara, sabrosa, reconfortante… y eficiente. Cocinada al mínimo, sin estrés y aprovechando el calor residual de una buena cocotte. Perfecta para los días fríos en los que quieres comer bien sin complicarte demasiado. A mi las lentejas con todo no solo me alimentan la panza. Me alimentan el alma. Así que espero que te guste mi versión cuando la pruebes en casa.
¿Por qué las lentejas nunca fallan?
Además de ser versátiles y sabrosas, las lentejas son una de las legumbres más equilibradas que existen. Tienen un alto contenido en proteína vegetal, son ricas en fibra y aportan hidratos de carbono de absorción lenta, lo que las hace muy saciantes.
Contienen hierro, magnesio, potasio, fósforo y vitaminas del grupo B, especialmente ácido fólico. Combinadas con algún alimento rico en vitamina C (como un tomate, un chorrito de limón o una naranja de postre), su hierro se absorbe mejor.
Se cocinan sin remojo, se adaptan a casi cualquier guiso y tienen algo que no todas las legumbres ofrecen: no hace falta hacerles casi nada para que salgan buenas.
Y además, sí: son baratas.
Lentejas con todo
Ingredientes (para 4 personas)
1 cebolla
1 zanahoria
½ rama de apio
1 pimiento italiano verde pequeño
1 porción generosa de panceta curada (aprox. 100–150 g), cortada en lardones
200–250 g de carne de guisar (morcillo, carrillada, etc.), en trozos
1 cucharadita de pimentón dulce
1 pizca de comino
1 hoja de laurel
1 chorizo
1 ½ taza de lentejas pardinas
Sal y pimienta negra al gusto
Agua (hasta la mitad de una cocotte de 24 cm aprox.)
Elaboración
Picar la cebolla, zanahoria, apio y pimiento en brunoise (cubitos pequeños y regulares).
En una cocotte de hierro colado de 24 cm, dorar la panceta cortada en lardons (tiras gruesas con grasa y carne alternadas) hasta que suelte su grasa.
En esa misma grasa, dorar los trozos de carne hasta sellarlos bien por fuera. Retirar y reservar.
Añadir las verduras a la olla y sudarlas con una pizca de sal, sin que tomen color. El objetivo es que suelten sus jugos y se ablanden.
Añadir el pimentón dulce y una pizca de comino. Remover brevemente para que no se queme.
Volver a incorporar la carne. Añadir agua hasta la mitad de la olla. Llevar a hervor.
Incorporar la hoja de laurel, el chorizo entero y las lentejas lavadas (sin remojar). Salpimentar al gusto.
Cuando rompa a hervir de nuevo, bajar el fuego al mínimo (nivel 1 de 10), tapar y dejar cocer durante 1 hora y media.
Apagar el fuego y, si se desea, envolver la olla con un paño para conservar el calor y dejar que repose. El calor residual terminará de afinar el plato.
Servir caliente. Ideal con pan, compañía y sin mirar el reloj.
¿Con qué acompañar las lentejas para que sean un plato completo?
Las lentejas, por sí solas, ya aportan proteínas vegetales, fibra, minerales y energía.
Pero si quieres redondear el perfil nutricional, puedes complementarlas con un hidrato simple y eficaz: patata o arroz blanco.
A veces, yo les añado patata directamente al guiso 20 minutos antes de terminar la cocción.. Aporta cuerpo, textura y convierte el plato en una comida cerrada en sí misma.
Otras veces, sirvo las lentejas con un poco de arroz blanco al lado: un clásico que, además de ser reconfortante, mejora la calidad de la proteína al combinar legumbre y cereal.
Con cualquiera de estas dos opciones, conviertes unas simples lentejas en un plato completo, equilibrado y funcional, perfecto para el día a día.
Y tú, ¿cómo preparas las lentejas en casa? ¡Cuéntame!
Nos vemos en la cocina,
Gonzalo
Comments