Los Reyes Magos: Un Viaje de Esperanza ¿fallido?
“Controles exhaustivos a la comitiva real. Varios camellos huyeron ensordecidos por el ruido de bombas y drones. Hay pajes heridos, Requisan oro, mirra e incienso. Melchor y Gaspar afirman que retuvieron de forma arbitraria y violenta a Baltasar”
¿Te imaginas este titular? Las redes sociales en ebullición, influencers volando desde Andorra y viralizando sus posts con hashtags al tono, noticias inventadas esparcidas a conciencia por webs de cotillón y los niños enojadísimos con sus ídolos exigiendo que Papá Noel haga algo...
Por suerte este titular es parte de un ejercicio de imaginación.
Hace más de dos mil años, estos “magos de Oriente” siguieron una estrella hasta Belén para encontrarse con un recién nacido que cambiaría el mundo. Un relato que nos invita a reflexionar sobre el pasado y el presente, y a preguntarnos: ¿qué caminos seguimos hoy?
¿Quiénes Eran Realmente los Reyes Magos?
El Evangelio de Mateo, escrito aproximadamente 70 años después de la muerte de Jesús, es el único que menciona a los Reyes Magos. Sin embargo, este evangelio no fue escrito directamente por el apóstol Mateo, sino por un grupo de judeocristianos que, basándose en tradiciones orales, buscaban conectar a Jesús con las profecías del Antiguo Testamento.
El texto, una suerte de storytelling religioso, estaba dirigido a un público objetivo: judíos que buscaban esperanza en un nuevo “Rey de los Judíos”.
En este relato:
Los “magos” no eran reyes, ni necesariamente tres.
Provenían de Oriente, posiblemente Persia (actual Irán), y eran sabios o sacerdotes relacionados con la astrología (magoi en griego).
Los nombres que hoy conocemos (Melchor, Gaspar y Baltasar) no aparecieron hasta el siglo VIII.
Un Viaje con Propósito
Los Reyes Magos emprendieron un viaje épico, atravesando desiertos y montañas. Llegaron primero a Jerusalén, donde preguntaron por el “Rey de los Judíos”. El controvertido gobernante de esa época -Herodes-, alarmado, fingió interés, pero en realidad planeaba usar la información para eliminar al recién nacido.
El Recorrido Original
De Jerusalén a Belén hay menos de 10 kilómetros. Hace dos mil años, este trayecto habría sido un tranquilo paseo entre colinas onduladas, olivares y pequeños asentamientos. El paisaje estaba lleno de pastores, carretas de madera y la serenidad del campo. La estrella que seguían habría brillado intensamente sobre un cielo despejado, guiándolos hasta un humilde pesebre.
El Recorrido Hoy
Si los Reyes Magos hicieran este viaje hoy, se enfrentarían a un panorama muy diferente:
Controles militares, muros de separación y un entorno lleno de tensiones.
El acceso a Belén, que está en Cisjordania, estaría marcado por restricciones y puntos de control.
En Gaza, la ruta comercial que una vez floreció está ahora devastada por el conflicto.
Basta con buscar imágenes actuales de Belén para ver esta transformación: una ciudad cercada, marcada por un muro que divide tanto territorios como vidas.
El Simbolismo de los Reyes
¿Por qué el oro, el incienso y la mirra? Porque sus regalos no solo tenían un valor material, sino que simbolizaban algo más profundo:
Oro: La realeza y la nobleza.
Incienso: La espiritualidad y la conexión con lo divino.
Mirra: La mortalidad y los desafíos de la vida.
Este mensaje, según la tradición cristiana, no era exclusivo de una cultura o pueblo. Al contrario, representaba la universalidad, a todos los pueblos del mundo -conocidos en el s.VIII-,
Melchor: Europa.
Gaspar: Asia.
Baltasar: África.
La Ironía del Presente
El mensaje de Jesús, al igual que el de muchas religiones, se basa en la compasión, la justicia y la paz. Sin embargo, en las tierras donde resonó por primera vez, hoy encontramos divisiones.
Las tres religiones abrahámicas —judaísmo, cristianismo e islam— comparten raíces comunes y un mensaje básico: vivir con justicia, ayudar al prójimo y buscar la paz. Pero a menudo, las facciones más extremas se proclaman como poseedoras de la única verdad, olvidando que la esencia de todas ellas es el respeto mutuo.
En Gaza y Cisjordania, donde hace dos mil años caravanas transitaban caminos de comercio, hoy encontramos un escenario devastador:
Más de 22,000 heridos en Gaza este año, según la ONU.
Miles de niños huérfanos o traumatizados, muchos sin acceso a atención médica adecuada (Fuente: UNICEF, 2024).
Hospitales y escuelas convertidos en escombros (Fuente: Médicos Sin Fronteras, 2024).
Es una paradoja dolorosa. Las bombas no distinguen entre credos, y las necesidades humanas son las mismas para todos.
La Paradoja de la Indiferencia
Vivimos en una era donde las noticias sobre conflictos y tragedias humanas a menudo quedan opacadas por titulares sobre celebridades, récords deportivos o debates superficiales. La saturación informativa y la repetición constante de imágenes de violencia han llevado a una desensibilización colectiva. Las muertes diarias en Gaza y otros conflictos -y hasta las que nos tocaron de cerca con la pandemia del COVID o la reciente DANA- parecen diluirse en la rutina, generando una peligrosa indiferencia.
Es esencial recuperar la empatía y reconocer la humanidad compartida para no permitir que el sufrimiento ajeno se convierta en un ruido de fondo al que nos hemos acostumbrado.
El Paralelismo Histórico
Herodes, temeroso de perder su poder ante la profecía del nacimiento de un nuevo rey, ordenó la matanza de todos los niños menores de dos años en Belén y sus alrededores. Su objetivo: eliminar una posible amenaza futura. Hoy, algunas voces en el conflicto israelí-palestino justifican acciones violentas contra niños palestinos bajo la premisa de que podrían convertirse en amenazas en el futuro. Este paralelismo histórico resalta cómo el miedo y la deshumanización pueden llevar a justificar actos atroces contra los más inocentes, repitiendo errores del pasado que creíamos superados
Una Reflexión
¿Qué podemos aprender de los Reyes Magos? Tal vez, que no importa de dónde vengamos, todos buscamos algo más grande que nosotros mismos: esperanza, propósito, conexión.
Su viaje no fue solo físico; fue un acto de fe en la humanidad, en la posibilidad de que algo mejor siempre está al alcance si somos capaces de mirar más allá de nuestras diferencias.
Hoy, en un mundo dividido, su historia nos invita a mantener los ojos en nuestra propia estrella: un ideal que nos guíe hacia un futuro más justo, compasivo y humano.
Una Acción Positiva
La buena noticia es que podemos ayudar. Si destináramos el dinero que gastamos en décimos de Navidad a organizaciones como ACNUR, UNICEF o UNRWA, podríamos generar un impacto significativo. Por ejemplo, en 2023, el gasto en Lotería de Navidad en España fue de aproximadamente 3.318 millones de euros . Con una fracción de esa cantidad, estas organizaciones podrían proporcionar refugio, educación y atención médica a miles de niños y familias en situación de vulnerabilidad.
Si nos alineamos teniendo en cuenta el bien común y el deseo de una sociedad más humana, estoy convencido de que podremos hacer todo lo que nos propongamos. Siempre digo que tenemos la suerte de vivir en el mismo universo espacio-temporal que las ballenas y sabemos hacer música y contar historias.
Todo es posible
Gonzalo
Fuentes:
1. Evangelio de Mateo: Única referencia bíblica sobre los Reyes Magos, escrita aproximadamente 70 años después de la muerte de Jesús.
2. UNICEF: Datos sobre la situación de niños en Gaza y la falta de atención médica adecuada.
3. ONU (2024): Cifras sobre heridos en Gaza y el impacto del conflicto.
4. Médicos Sin Fronteras (2024): Información sobre hospitales y escuelas destruidas en Gaza.
5. ACNUR, UNICEF y UNRWA: Organizaciones destacadas por su labor humanitaria en conflictos como el de Palestina.
6. Gasto en Lotería de Navidad en España (2023): Aproximadamente 3.318 millones de euros, cifra tomada de estadísticas económicas publicadas en medios y fuentes oficiales españolas.
7. Historia y tradiciones cristianas: Contexto sobre los nombres y simbolismos atribuidos a los Reyes Magos, incluyendo fuentes patrísticas y tradiciones posteriores del siglo VIII.
Nota:
Las fechas relacionadas con Herodes, los Reyes Magos y Jesús no son precisas y están sujetas a debate histórico y religioso.
Herodes el Grande murió en el año 4 a.C., lo que sugiere que Jesús debió haber nacido antes de esa fecha, posiblemente entre el 6 y el 4 a.C.
Los Reyes Magos, mencionados en el Evangelio de Mateo, llegan después del nacimiento de Jesús, aunque no se especifica cuánto tiempo pasó. Según la tradición, llegaron cuando Jesús era un niño pequeño, lo que llevó a Herodes a ordenar la matanza de los menores de 2 años.
La fecha de la celebración de la Navidad (25 de diciembre) se estableció siglos después y no coincide con el nacimiento real de Jesús, que probablemente ocurrió en primavera o verano, según referencias astronómicas y pastorales.
Estas diferencias se deben a la falta de registros históricos detallados y a la naturaleza simbólica de los relatos bíblicos.
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